De bares y cantinas, habla mi Habana

De bares y cantinas, habla mi Habana

Constantino (también conocido como “Constante”) fue quien llevó por primera vez a La Habana el daiquirí, una bebida nacida en el interior de Cuba y que no era pupular en los bares. En la década del 30, Ernest Hemingway se instaló en el Hotel Ambos Mundos, a pocas cuadras del Floridita, bar en el que acostumbraba beber daiquirí casi todos los días y, especialmente, la variante Papa Doble, creada en su nombre y llamada así debido a que en Cuba se conocía afectuosamente al escritor como “Papa”. Cuando se mudó a Finca Vigía, en las afueras de La Habana, habitualmente viajaba hasta la capital para beber su daiquirí favorito en el que él llamaba “el mejor bar del mundo”.

El Floridita, el preferido de Hemingway

El Floridita se convirtió así en un homenaje permanente a Hemingway, con una exhibición de fotografías del escritor junto a sus amigos (casi en todas acompañado por un Papa Doble), así como un busto en bronce realizado en 1954 y ubicado en el que era su rincón favorito dentro del bar, y una escultura a tamaño real hecha en el 2003 donde se lo ve apoyado sobre la barra.

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