¿Buscas una excursión en La Habana? NosotrosCubaneamos propone la excursión Habana Por Dentro. Dedicada a aquellos clientes que ya disfrutaron del Habana Moderna y Habana Vieja.
La idea es mostrar aquellos lugares que no están dentro del área turística pero que representan una parte fundamental del cubano. Las áreas más populares para visitar serán: El barrio chino, Avenida Reina, El Sagrado Corazón de Jesucristo, el Barrio de San Isidro y los restos más significativos del Muro de La Habana.
A continuación mostramos algunos detalles sobre los lugares que visitarás en esta excursión en La Habana:
El barrio chino, ubicado en Centro Habana, es considerado uno de los barrios chinos más antiguos en América Latina. Llegó a ser considerado como el segundo más importante del mundo, tras el de San Francisco en California, Estados Unidos. Sus pequeñas tiendas de abarrotes y restaurantes tuvieron su origen en la acumulación de dinero que sus dueños lograron durante sus años como trabajadores contratados. Los primeros negocios de propiedad china se abrieron en 1858.
Un poco de historia del Barrio Chino
A finales del siglo XIX, la inmigración china se asentó en lo que fue el cuchillo de la Calle Zanja y la Calle de los Dragones donde, a partir de 1874, pusieron en marcha comercios y espacios dedicados a diversos servicios, como tiendas, fondas, lavanderías, etc. El barrio chino fue el principal asentamiento poblacional de los inmigrantes de esa nación en el Caribe. A princpios del siglo XX, unos 10.000 chinos residieron en 10 manzanas del barrio, y comenzaron a abrir pequeños establecimientos comerciales como fondas, lavanderías, zapaterías y talleres de reparación de relojes. También se abrieron bodegas para la venta de víveres, como aves y pescados secos, farmacias, sederías, tiendas, restoranes, cines y teatros para representaciones operísticas asiáticas. El barrio chino también contaba con una cámara de comercio que funcionaba como bolsa de valores.
Tras el triunfo de la Revolución Cubana, y como resultado del éxodo masivo de chino-cubanos hacia Estados Unidos, el número de chinos puros cayó bruscamente en el barrio y, con ellos, la popularidad de sus restaurantes. También en esos años comenzaron las confiscaciones y nacionalizaciones realizadas sin la consecuente indemnización. Los casi 250 000 chinos y sus descendientes que en él vivían se fueron del lugar.
La Habana es también el único barro chino que tiene un cementerio propio. Este se encuentra en Nuevo Vedado, cercano a la Necrópolis Cristóbal Colón.
En la década de 1990 se restauraron los locales comerciales y se comenzó a celebrar el año nuevo chino y los aniversarios de la llegada de los primeros inmigrantes. Actualmente, solo una porción muy pequeña del barrio chino está habitada por chinos cubanos y sus descendientes.
Avenida Reina
Legendaria calle de La Habana en Cuba . Antiguos y grandes edificios, de varios estilos arquitectónicos se destacan en ambas aceras. Los múltiples usos de sus inmuebles la convierten en eje vital en lo doméstico, comercial, cultural, religioso, educacional y de salud.
Historia de la Avenida de Reina
Al hacer Tacón la amplia y bella Avenida de Carlos III, el acceso a ella por la Calle San Luis Gonzaga la deslucía, debido a que presentaba algunos desniveles notables. Entre el Campo de Marte (después llamado Plaza de la Fraternidad) y el Campo de Carmona (calles Reina y Belascoaín), había unas mil varas, pero con un desnivel de 9 varas más alto este que aquel, y 12 con la intersección con Campanario que era el punto más bajo.
Para resolver dicha situación el Cuerpo de Ingenieros del Ejército, con Don Manuel Pastor al frente, decidió hacer un terraplén de unas 360 varas de longitud entre Escobar y el punto medio entre San Nicolás y Manrique, con puentes para dar tránsito a las calles Lealtad y Campanario. La obra fue realizada con miles de presos condenados a trabajos forzados.
El terraplén dejaba dos calles a ambos lados para el tránsito de carretas y carretones, de unas 8 varas cada una, con el nivel antiguo, lo que situaba a las casas existentes sepultadas bajo los muros. Sobre ello el Procurador del Ayuntamiento planteaba: “…así se ha obstruido una hermosa calle; se ha reducido la espaciosa que antes había a dos angostas a los lados, sombrías, húmedas y malsanas”.
Esta fue la primera de las causas en el “Juicio de Residencia” que se le siguió a Tacón al término de su mandato, pero aunque este quedó absuelto, los afectados continuaron sus protestas y lograron que en 1844 se destruyera el terraplén, se hermoseara la calle y se le nombrara “De la Reina”.
Según el historiador Pezuela, en 1863 era la más regular y amplia de las vías de la Capital, tenía 1,140 varas castellanas de largo (943 metros) por 50 de ancho (42 metros) y estaba dividida por dos hileras de árboles en tres vías, de las cuales la central tenía pavimento de Calzada. A ambos lados había casas residenciales de dos y tres plantas pero sin los portales de Galiano.
Constituía, desde 1735, la principal salida de la ciudad hacia las afueras. Atravesaba el antiguo Campo de Marte, hoy Parque de la Fraternidad Americana, para seguir su curso, prolongado en 1835, al construirse el Camino Militar o Paseo de Tacón, luego Avenida de Carlos III y Salvador Allende.
Vitrina de joyas arquitectónicas, antiguas y modernas. Conserva las casas coloniales como la signada con el número 360, relevante por atesorar elementos tipológicos de valor, en especial sus vitrales, y la morada donde falleciera, hacia 1878, “el ilustre habanero, patriarca de las letras cubanas”, Antonio Bachiller y Morales, guardando así los recuerdos del insigne historiador del siglo XIX y los valiosos trabajos de herrería y lucetas decorativas de su fachada.
Más cercano a la primera modernidad, sobresalen los ejemplos del Art Nouveau, de las antiguas sedes del Cetro de Oro y la Casa Crusellas, donde el estilo modernista penetró al interior apoderándose del diseño de la carpintería y otros detalles decorativos que ponderaron la riqueza ornamental y la sensualidad de sus fachadas.
En la esquina de Gervasio, se encuentra la iglesia y templo del Sagrado Corazón de Jesús, de estilo gótico y construida por los padres jesuitas entre 1914 y 1923. Majestuosa instalación con tres naves, enormes columnas interiores y ventanas en colores de nueve y medio metros de altura, las que junto a la torre de 77 metros rematada por una cruz de bronce de seis metros, constituye una verdadera joya arquitectónica de la ciudad.
Resaltan los modelos del Art Decó vinculados al tema de la vivienda y otros servicios, como el Cine Reina, los Almacenes Ultra, o la antigua sede de un periódico y oficinas, que se ennoblecen con la presencia de este estilo arquitectónico.
El Sagrado Corazón de Jesucristo
La Parroquia del Sagrado del Corazón de Jesús y San Ignacio de Loyola, conocida localmente como Iglesia de Reina, es un majestuoso templo católico, de estilo neogótico, situado en el distrito de Centro Habana, en la capital de Cuba. Es la iglesia más alta de Cuba y una de las más bellas, su elevada torre de 50 metros puede ser vista desde varios puntos de la ciudad.
Historia
La idea de construir una iglesia dedicada al Sagrado Corazón, nació con el siglo XX en La Habana, aproximadamente en 1907 debido a las necesidades que tenían los padres jesuitas de tener un lugar dedicado a sus oficios, la zona escogida fue la de Reina y Belsacoaín. La idea de una construcción gótica causó temores y oposición debido a los usuales huracanes, que azotan la isla. Un hermano jesuita de origen vasco, experto en construcciones, se ofreció para la tarea, de manera conjunta con el arquitecto Eugenio Dediot.
La primera piedra fue puesta el 7 de agosto de 1914 y el 2 de mayo de 1923 fue consagrada por el obispo, Monseñor Pedro González Estrada, se inauguró al día siguiente. Los principales financiadores de la obra fueron María del Carmen Zozaya, Narciso Gelats y Francisco del Valle y su esposa, acaudalados miembros de la sociedad habanera.
En 1954, se le realizó una restauración, con el objetivo de reparar algunos daños, sin embargo no fructificó, debido a que se usaron materiales diferentes a los de origen. En 1996, se inicia un proceso de reparación capital de la iglesia, tras un largo estudio comenzado dos años antes, estas tareas llevaron incluso al cierre de la calle Reina que pasa frente a la construcción, las labores de rejuvenecimiento, fueron llevadas a cabo por la Oficina del Historiador de La Habana, y por empresas españolas y francesas.
Barrio de San Isidro
Dedicado a San Isidro Labrador. Protector de los hurtos sembrados. Esta comunidad que conserva sus tradiciones y guarda la memoria de sus hechos sobresalientes sobre los baluartes de la Muralla. El barrio adquiere singular importancia por las numerosas edificaciones que datan del siglo XVII y XVIII. Como ejemplo están: la Iglesia del Espíritu Santo, Iglesia de la Merced e Iglesia de San Francisco de Paula y Hospital San Francisco de Paula.
Muralla
En algunas secciones de La Habana Vieja se puede encontrar pedazos de muros. Realmente esos muros, son parte de lo que una vez fue una muralla de cantería. Esta iría desde La Punta hasta el Arsenal, con baluartes, garitas y puertas con puentes levadizos. Inicialmente dos y luego hasta nueve.
La Habana Vieja desde su surgimiento fue muy codiciada por su ubicación geográfica. Las potencialidades que ella atesoraba para el desarrollo económico de la isla. El puerto de La Habana, calificado como el más importante del país por ser centro de la actividad portuaria.
Así, fue azotada por innumerables ataques de corsarios y piratas que ponían en peligro la vida de los peninsulares y las riquezas de la corona. Entonces se hacía imprescindible su fortificación a través de obras de ingeniería militar que permitieran defender la floreciente urbe. De esta forma son construidas las fortalezas de La Fuerza, La Punta, El Morro, La Cabaña. Además los torreones de Cojímar, La Chorrera y San Lázaro.
Sin embargo, todavía la ciudad era vulnerable por lo que en 1603 existe ya un proyecto de crear una muralla. Con ella se evitaría el acceso de enemigos por tierra. Esta parte de tierra era la costa desnuda, especialmente el bosque. El análisis del amurallamiento reveló que el costo de la obra tendría un monto de 207 375 ducados. Previstos en un inicio para efectuarse en un plazo de tres años.
Iba a extenderse desde el barrio de Campeche hasta La Punta. Contaría cuatro pies de ancho y ocho de altura. Adicionalmente tres pies que se obtendrían por medio de grandes ladrillos. Nada de esto se llevó a cabo al interponerse numerosos trámites burocráticos y la falta de fondos de España.
Por consiguiente se plantean otras propuestas. Un ejemplo fue crear la muralla pero de madera y rodear a la villa con fosos de agua. La primera es desechada rápidamente, pues seria fácilmente penetrable con la utilización del fuego. La segunda sería poco práctica pues devendrían problemas con la insalubridad.
Estos planes no fructifican y quedan prácticamente en el olvido durante varios años. Entonces ocurren varios hechos entre España, Inglaterra y Holanda. Esto demandó la atención de la Corona con respecto a la protección de sus posesiones de Ultramar. El rey de España, en 1667, ordenó más fortificación para La Habana.
Estas son alguno de los lugares que forman parte de la excursión Habana Por Dentro. Una excursión que merece la pena! Puedes reservarla desde ya!
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